lunes, 1 de febrero de 2010

Manías

“Aprendí a soportar sólo lo soportable” (Manolo García)


Algunas veces en mi vida me han llamado maniático e intolerante, que todo me molesta. Y tienen razón, me molestan muchas cosas de las que procuro quejarme, a fin de que dejen de molestarme a mí, y muchas veces al resto de personas de mi alrededor que también les molesta, pero se callan.

- Me molesta el ruido nocturno: la televisión del vecino a todo volumen, pegada a la pared de mi habitación. Mi compañera de piso hablando por teléfono hasta las tantas, en la otra pared de la habitación. El perro del vecino ladrando a la una de la madrugada en el parque de enfrente, porque el vecino no tiene otra cosa que hacer que sacarlo a esa hora y encima jugar con él.
- Me molestan las personas que, una vez sentadas a mi lado en el autobús, siempre están buscando algo en su bolso, se sientan bien anchos como si del sofá de su casa se tratase, o leen un periódico pretendiendo que yo también lo lea cuando en ese momento no me apetece. Me molesta, por el simple hecho de que ese tipo de personas casi siempre me tocan a mí, mientras en el resto de los asientos del autobús se sienta gente normal, como yo, sin molestar a nadie.
- Me molestan las personas que salen de los portales a la calle como si tuvieran una alfombra roja para ellos, sin mirar si en ese momento pasa alguien… y como ocurre en las broncas de circulación, cuando le pides a esa persona que tenga cuidado, aún trata de tener la razón.

Tengo algunas molestias más, pero hoy sólo recuerdo éstas, porque en 24h he tenido 6 o 7 incidentes diferentes al respecto, algo que me ha hecho reflexionar, que o bien tengo muy mala suerte, o la gente es muy maleducada y poco respetuosa, o realmente yo soy muy maniático. No sé.

Aprovecho para dejaros una canción de Manolo García que llevo escuchando mucho estos días, y el verso que puse al inicio me dio pie a este texto, a modo de desahogo.

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